Un cadáver errante (Rafael de la Rubia)
Esto es la vida real, no hay fantasías que regalar.
Abro los ojos y miro bien, es la realidad.
No necesito compasión, ni a quien la persiga.
Así que he visto como tú, como tú, como tú.
Seguiste adelante sin que nada importase, dejándote a un lado mi cadáver errante. Y ahora qué piensas tú.
Será que crees que puedes pararme, escupirme
a los ojos y luego marcharte. Pues sabes qué te diré.
Solo soy alguien que no te pide nada más.
Hace tiempo que dejé de llorar.
Mírame, puede ser, que si ahora me miras bien,
quizá consigas de nuevo volverme a ver.
Ahora di, que quieres ser una amiga para mi,
no vale la pena volver a jugar si tú te vas.
No existe el tiempo ni el dolor entre barrotes en mi habitación.
La vida va y viene y sé que tú, que tú.
Seguiste adelante sin que nada importase, dejándote a un lado mi cadáver errante.
Y ahora qué piensas tú.
Será que crees que puedes pararme, escupirme
a los ojos y luego marcharte. Pues sabes qué te diré.
Solo soy alguien que no te pide nada más.
Hace tiempo que dejé de llorar.
Mírame, puede ser, que si ahora me miras bien,
quizá consigas de nuevo volverme a ver.
Alas blancas (Letras)
Perros cruzados (Rafael de la Rubia)
Es suficiente para mí, hay tanta calma alrededor.
Puedo sentir, que hay un ritmo, una razón,
cuando estás más cerca de mi corazón.
Tal vez consigas otro amor, hay bastantes como yo.
Perros cruzados, olfateando la ocasión
aullando por ser la letra en tu canción.
Y no digas nada, que rompa el silencio,
donde muerdo esos momentos en que sólo hablabas de ti, de tus victorias y amantes, de tus parejas de antes y de aquellos que te hicieron feliz.
Hoy te vi por la pared, eres la reina del salón.
Yo soy la ola que lentamente se pierde sola,
esclavo en la ausencia de tu dolor.
Sentado en un bordillo otra vez, dejando el tiempo correr.
Tanto es lo perdido y tan poco lo que gané,
que ahora ya es pasado y el pasado se fue.
Y no digas nada, que como una daga
tus palabras me desgarran dentro, dentro de mí.
Un vaso camarero con cicuta y poco hielo,
que hoy trato de resumir.
Y no digas nada, que rompa el silencio,
donde muerdo esos momentos en que sólo hablabas de ti, de tus victorias y amantes, de tus parejas de antesy de aquellos que te hicieron feliz.
Alas blancas (Rafael de la Rubia)
Con dos alas blancas aprendí a escuchar lo que la lluvia le enseña al viento a decir, algo que nadie sabe escribir.
Se quebró la calma, mezclando cielo y dolor, no alcanzo a perder, no aguanto la cruz de tener dormida el alma.
Donde convergen todos los sueños, puedes gritar o tal vez callar, si de repente arrecia el frío ¿dónde volarás?
De qué vas a hablarme ahora, dime quién se va a atrever.
Si se apaga tu mirada ¿dónde volarás? ¿dónde volarás?
Con dos alas blancas y un mar de ilusión sé que existen rincones donde el amor se esconde atado a las estrellas.
Y a quien pregunte por mí, dile a él también, que existe un lugar entre el cielo y el mar, donde al mundo le doy vueltas.
Puedes llegar a donde llegan los sueños, a quitarte la sal, si la tormenta te reclama, ¿dónde volarás?
Dale a tus pies dales camino, dale alas a tu voz, que si la suerte un día te quema ¿dónde volarás? ¿dónde volarás?
Elijo ser (Rafael de la Rubia)
Que bien estar aquí, quien lo diría,
colgarme de cualquiera y trasnochar.
Una carcajada, una chorrada más
y un me tengo que largar.
Y elijo, no tener que volver a hablar, elijo ser.
El plan que me busca el alma a tientas esperándote.
El yonki de tus taras y tu voz a la vez,
soy el tipo que elijo ser.
Y soy más, bandido y tirano, soy satanás.
De vicios caros que no pienso pagar,
soy un tipo, un tipo infernal.
No sé por qué razón, es adictiva
la forma en que me miras.
Llevo tanto tiempo detrás de ti,
que si te encuentro, no sé qué decir.
Y elijo, no tener que volver a hablar, elijo ser.
El plan que me busca el alma a tientas esperándote.
El yonki de tus taras y tu voz a la vez,
soy el tipo que elijo ser.
Y soy más, bandido y tirano, soy satanás.
De vicios caros que no pienso pagar,
soy un tipo, un tipo infernal.
Ya no habría nada (Rafael de la Rubia)
Cada paso que no vas a dar, cada promesa que quieres romper.
Mira alrededor, tal vez puedas ver, lo extraño que se hace creer.
Cada sonrisa que escondes de mí, cada palabra que cuelgas demás.
Podrías decir que si alguna vez, pierdo la fe en ti.
Y ya no habría nada, que ya no habría nada.
Nada de ti, ni nada de nadie, ni una palabra callada.
Nada que decir ni nada de qué hablar, tan solo una estrella apagada.
Cada minuto que paso sin ti, cada segundo de mi soledad.
Con la piel y el corazón dejando atada a la razón, tiemblo sólo de amor.
Cada juego que juegas sin mí, cada vez que te escucho decir.
Hola ¿cómo estás? a ti qué tal te va, pierdo la fe en ti.
Y ya no habría nada, que ya no habría nada.
Que gire alrededor de la luna en abril, en mi nave de alas blancas.
Donde estrellas como tú, giran como yo apagando su mirada.
Nada de ti, ni nada de nadie, ni una palabra callada.
Nada que decir ni nada de qué hablar, tan solo una estrella apagada.
Si dices que no (Rafael de la Rubia)
Qué situación, doblas la calle y ahí estás frente a mí torturado, camino lento hacia ti, sin saber qué decir.
Yo que escribí, cien poemas a su cara y su piel,
que al diablo mi alma entregué, quién iba a suponer.
Que todas las mañanas empiezan y terminan
dando la vuelta, la vuelta a esa esquina.
Y en las alas de un beso, voy y rompo mi silencio,
para pedirte despacito tu consuelo.
Y si dices que no, a eso que llaman amor,
un boca a boca necesita de inmediato mi corazón.
Y si dices que no, será como un disparo al sol,
si no hay queja no hay bandera, tan sólo tú y yo.
Burlo al azar, inspiro al destino y me dejo llevar,
sólo a dos pasos de la pura ilusión de verte pasar.
Hoy toda mi vida empieza y termina,
dando la vuelta, la vuelta a esa esquina.
Acompáñame a estar solo, a purgar mis fantasías,
a pedirte sin palabras que seas mía.
Y si dices que no, a eso que llaman amor,
un boca a boca necesita de inmediato mi corazón.
Y si dices que no, será como un disparo al sol,
si no hay queja no hay bandera, tan sólo tú y yo.